Escribe: Pedro Casusol 

La había hecho linda. Si bien el contrato con la Fox establecía para él un sueldo bajo, solo US$ 150 mil por escribir y dirigir esa especie de ciencia ficción-western con reminiscencias mitológicas, mezcla de Flash Gordon y Akira Kurosawa, George Lucas no estaba preocupado. Venía de experimentar el éxito con American Graffiti, ¡hubiera podido pedir US$ 500 mil si quería! Pero el cineasta de 29 años tenía una visión, así que reclamó el 40% de las ganancias y todo el merchandising. Los ejecutivos de Hollywood aceptaron sin chistar. Lucas creía fervientemente en su mamotreto.

El primer guión se llamaba: Adventures of Luke Starkiller, as taken from the Journal of the Whills, Saga Number One: The Star Wars, y el nombre era lo de menos. Lucas había pasado los dos últimos años estudiando mitos, leyendo a Joseph Campbell, antropólogo norteamericano que se dedicó a investigar la importancia del héroe en el comportamiento individual y colectivo del hombre. Por eso Star Wars trata sobre la lucha entre el bien y el mal, toda la saga comprende el crecimiento, ascensión, caída y redención de Anakin Skywalker, erigiendo una suerte de nuevo héroe mitológico.

así de guapo era george lucas cuando amasó su fortuna.

El imperio Lucas

Para 1978, George Lucas estaba exhausto. La filmación de Star Wars lo había dejado al borde de un ataque cardiaco y aunque la película había sido un rotundo éxito de taquilla, recaudando más de US$ 20 millones, Lucas decidió pasar de director a productor ejecutivo de la secuela, vigilando de lejos el proceso de filmación y los efectos especiales. Además, tal como lo tenía previsto, la explotación comercial de los íconos del filme en libros, cómics y figuras de acción se volvió en una máquina de hacer dinero. Por eso se dio el lujo de romper con Hollywood y financiar él mismo El imperio contraataca, la secuela de Star Wars, pidiendo un préstamo al Bank of America Entertainment por casi US$ 25 millones. Para tener más libertad, dijo. 

han solo con sombrero y látigo.

Sin duda la inversión en el proyecto era grande, no solo en términos económicos sino también profesionales. Antes de empezar a filmar, George Lucas le mostró al director Irvin Kershner una serie de ilustraciones de lo que luego sería el Rancho Skywalker. Esto es lo que esta película pagará, le dijo. Para ese momento, Lucas ya estaba embarcado en Los cazadores del Arca Perdida, primera entrega de Indiana Jones, por lo que el Kershner pudo darle su toque personal a todo el universo de los personajes. En ese sentido, el director fue muy sutil. Algunos comparan la secuela de Star Wars con el segundo movimiento de una sinfonía.

Fanaticada ilustre

En el departamento de Marita Trinidad, en Jesús María, cumplo uno de los grandes sueños de mi infancia: sostengo una espada láser. Es una réplica a escala real de las que utilizan los protagonistas de Star Wars. La hoja está hecha de policarbonato y parece un anuncio de neón cuando se enciende, excepto porque tiene un mango de aluminio y porque al moverla reproduce el mismo sonido que en la película, como el de una abeja atrapada en un tubo de PBC. Me informan que tanto los sonidos como los efectos de luz –el aparato tiene sensores que detectan el movimiento e impacto, lo que le permite reproducir los efectos “reales” del sable– son recogidos directamente de los archivos de LucasFilms.  

sí, se hizo millonario vendiendo estas cosas.

La sala de Marita está repleta de fanáticos, todos son miembros o están relacionados con Star Wars Rebellion Perú, uno de los Fan Club más activos de la ciudad. Marita Trinidad, en calidad de vicepresidenta y anfitriona, reparte vasos con gaseosa. 

En el departamento no encuentro adornos, solo figuras de acción y objetos que tienen que ver con Star Wars. Por lo que me han explicado, el fanatismo de estos chicos consume gran parte de su vida en Internet. De hecho, los Fan Club son en esencia grupos formados en redes sociales. “Antes yo veía a gente que le gustaba Star Wars, pero era un poco tímida así que no podía acercarme a alguien y decirle: ´Oye, ¿te gusta?, compartámoslo´”, explica Marita. Fue por el estreno de La venganza de los Sith que ella decidió entrar, por primera vez, a un foro especializado y empezar a conocer gente sumergida en el tema.

The Force, otro grupo de fanáticos especializado en el tema, celebró hace una semana los 30 años del estreno en Lima de El Imperio… con un encuentro que incluyó charlas, proyección de vídeos, exposición de cómics, libros y juguetes relacionados a Star Wars. “La idea es informar a los aficionados mediante actividades culturales”, cuenta Armando Joyuen, uno de los miembros del equipo. Sin embargo, no es necesario formar parte de un Fan Club para volverte fanático de la saga, basta visitar el Centro Comercial Arenales, probablemente el punto de encuentro más grande de la ciudad en cuanto a cultura cosplay y geek.

Luke, soy tu padre…

La frase, de ingentes dimensiones melodramáticas –y, según el sitio web Lovefilm, la más memorable de la historia del cine–, no la pronunció David Prowse, el actor que interpretaba a Darth Vader en la película. O mejor dicho, sí la pronunció, pero allá en la privacidad de los estudios Elstree, donde se rodó el filme. Nosotros nunca la escuchamos de sus labios. George Lucas ha declarado en varias oportunidades que jamás consideró la voz de Prowse para el personaje de Darth Vader debido a su marcado acento inglés. En su lugar, introdujo la voz del actor James Earl Jones respirando a través de un esnórquel. “I´m your father...”.  

momento de anagnoris en la secuela de star wars.

Aún hoy, pocos se atreven a afirmar que El Imperio… es la mejor película de la saga precisamente porque es de la que Lucas se mantuvo más alejado. Irvin Kershner había sido profesor de George Lucas en la Universidad del Sur de California y consideró la trama más un cuento de hadas que una película de ciencia ficción. Por otro lado, es la única que deja a la audiencia en suspenso: Han Solo congelado, Lucke descubriendo a su padre, el Imperio ganando terreno en la Galaxia. Además, nos introdujo a personajes que luego se volverían clásicos, como Yoda, aquel gnomo-reptil diseñado por Stuart Freeborn y manejado por Frank Oz, tan conocido por el Show de los Muppets.

El marketing contraataca

Pese a que El Imperio… fue estrenada en los Estados Unidos el 21 de mayo de 1980, los peruanos tuvimos que esperar ocho meses para poder verla. Esa primera generación de fanáticos tuvo que refugiarse en libros, cómics y revistas para saciar su necesidad de Star Wars. Es muy conocida la publicidad engañosa de un canal de televisión local que anunció, en diciembre de 1979, la transmisión en señal abierta de La guerra de las galaxias y lo que en realidad transmitió fue Star Wars: The Holiday Special, una surreal película de LucasFilms para la televisión que no tenía ni pies ni cabeza. 

han solo conoce a la familia chewbacca en la peor película de la saga.

Ese bluff fue uno de los primeros coqueteos de George Lucas con lo que hoy conocemos como Universo Expandido, aquella colección infinita de historias creadas a partir de Star Wars y que se agrupan en novelas, cómics, videojuegos, películas y series para televisión, como la reciente Clone Wars, que ya va por su tercera temporada. Entre las más recordadas destacan La caravana del Valor y La batalla de Endor, producciones posteriores a El regreso del Jedi; los dibujos Droids y Ewoks y cómics como Legacy, que narra las aventuras de Cade Skywalker. Obviamente, todo material que pretenda instaurarse dentro del Universo Expandido tendrá que pasar antes por el escrutinio de George Lucas.

Poco después del estreno en Lima de El Imperio…, la sucursal de Coca Cola lanzó al mercado unas espadas láser sin licencia que buscaban aprovechar la fiebre desatada en la ciudad. En esa época, claro, el incidente pasó piola. Sin embargo, hace unos meses George Lucas demandó por US$ 5 millones a Jedi Mind Inc., empresa que promociona una tecnología que permite controlar un software de computadora con la mente, por infringir leyes de propiedad intelectual. No es para menos, todo tiene que ser licenciado y controlado por el Maestro jedi del marketing cinematográfico, desde los sables Master Replic, aquellos capaces de hacerte creer que eres Luke Skywalker, hasta la más insignificante figura de acción: que el copyright nos acompañe…

hasta pijamas para niños.

(Actualización: En octubre de 2012, George Lucas vendió su productora LucasFilms a Disney por más de US$ 4000 millones y con ella todos los derechos de Star Wars. Es por eso que este año se estrenará The Force Awakens, el inicio de la nueva trilogía de la saga. Claro que todo eso ustedes ya lo saben…)

(Artículo publicado originalmente en la revista "Somos")