Publicado: 2019-04-25
“Israel Galván es una máquina de percusión en sí mismo”, afirma The New York Times. El diario El País le concede a Galván el título de “el más arriesgado bailaor contemporáneo, congela las manos en el aire... su sola presencia pone el corazón en un puño”. El más importante referente del flamenco de vanguardia, Israel Galván, llegará a Lima para presentar su más emblemática producción, “La edad de oro”. Artífice de espectáculos depurados, rigurosos e íntimos, Galván se presentará en Lima este jueves 9 de mayo en el Gran Teatro Nacional. A propósito de esta visita, La Mula conversó con el llamado "Picasso del flamenco".
- Se te considera el más grande representante del flamenco de vanguardia en el mundo, alejado del flamenco tradicional en busca de movimientos más contemporáneos. ¿Cómo encontraste este estilo?
- Bueno, yo vengo de una familia de bailaores. Yo he bailado desde pequeño con ellos profesionalmente. Luego pasé por una etapa en compañías, como con Mario Maya, y bueno luego en mi carrera gané concursos importantes de flamenco. Me di cuenta que, en el flamenco, había algo que buscar. Te lo simplifico así, ¿por qué sigo bailando? Por la libertad, es para sobrevivir, yo necesito la tradición, pero también la búsqueda. Es como un virus que necesita continua búsqueda.
- Se ha comparado incluso alguna de tus coreografías con obras de arte plástico, ¿cómo tomas esta apreciación?
- A mí me gusta el arte. Me gusta bailar, danzar. Soy una persona a la que le gusta el arte en general. Lo que pasa es que mi herramienta es el baile. Entonces esta inclinación mía hacia el arte en general se manifiesta a través del baile.
- A ti se te considera un cultor del flamenco contemporáneo, de vanguardia, pero tu espectáculo “La edad de oro” es más bien un homenaje al flamenco tradicional.
- Sí, ahora se puede entender así, pero en el año 2005 fue extraño ver solo a tres personas en el escenario. Con el tiempo no sé, con la crisis hay cada vez menos gente, creo. (Risas). Se ve creo como algo normal tener solo a un guitarrista, un cantaor y un bailaor.
- En algunas entrevistas has mencionado que necesitas el baile para vivir. ¿Consideras que la danza es una obsesión para ti?
- No, lo que pasa es que yo he encontrado con la danza una manera de conectarme con la gente. En la vida me hace falta disfrutar de este mundo. No es la danza en sí, bailar por bailar, es digamos la forma de entrar en el escenario, la música, la forma del cuerpo, lo que se vive, entonces me hace acceder a otro mundo. No es una obsesión de bailar por bailar, es algo más mental.
- Es un poco escapar de la realidad, entonces.
- Sí, es verdad que cuando se está bailando hay otra realidad, una realidad que se vuelve hermosa, y el hecho es que, aunque estás bailando en el escenario, puedes compartirlo con el público. Yo soy una persona tímida, no soy muy sociable, entonces pues necesito el contacto con el público de alguna manera. El baile me ha ayudado a abrirme con las personas.
- ¿Cómo es la rutina de Israel Galván en un día cualquiera?
- Estrés. Mi rutina es el estrés. (Risas).
- ¿Qué debemos esperar de tu presentación de este jueves 9 de mayo en el Gran Teatro Nacional?
- Yo creo que vamos con una obra ya con muchas funciones. A esta pieza la veo como un apartamento mío al que vuelvo como si volviera de viaje, entonces al final sería como mi casa. Con un cantaor como David Lagos y Alfredo Lagos en la guitarra, creo que van a ver un concierto de flamenco. Los que vayan solo van a oír flamenco. “La edad de oro” es una posibilidad de invitarlos a mi casa.