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Institucionalidad: por sus decisiones los conoceremos

La única institución sólida pareciera ser el Banco Central de Reserva junto a otras relacionadas al quehacer económico.

Publicado: 2023-11-12

Escribe: Alfredo Coronel Zegarra

Hay mucho debate sobre los “ataques” que sufre nuestra “frágil” institucionalidad. Pero siempre es más complejo de lo que parece, habría que relativizar y diferenciar ambos asuntos, intentémoslo.

La única institución sólida pareciera ser el Banco Central de Reserva junto a otras relacionadas al quehacer económico. Sin embargo, creo que la institucionalidad judicial, política y legislativa ha demostrado cierto nivel de solvencia. Comprobándose al revisar como han respondido, en el último decenio, a los retos de la corrupción, el desgobierno y los movimientos antidemocráticos. Ofreciendo salidas institucionales a las sucesivas crisis que hemos padecido y generado. Ante cada situación crítica estas vías han permitido sortearlas.

Que concordemos o no con ciertas soluciones no deslegitiman el procedimiento. Igualmente, en ocasiones, había mejores alternativas a las elegidas, pero eso nos sucede a cada uno todo el tiempo, no seleccionamos la mejor opción. Aprendamos y continuemos.

Respecto a los embates que sufren las instituciones, habría que precisar que la autonomía no impide los controles de quienes constitucionalmente pueden hacerlo. De hecho, es saludable que así sea, tal como está en nuestro diseño institucional. Es correcto que, cuando corresponda, las diferentes instancias decidan sobre temas de su competencia en función a los votos. Lo equivocado sería votar habiendo conflictos de interés, impidiendo apelaciones previstas o ignorando procedimientos que evitan el abuso del poder. Coincidir o no es lógico, el debate es la forma de llegar a acuerdos. Quien pierda tendrá que reiniciar el diálogo convenciendo a más votos para su causa.

Entonces, ni tan débil, ni tan vulnerada.

Evitar la arbitrariedad o la intencionalidad subalterna es posible transparentando intereses. Las motivaciones en las instancias públicas deben ser explícitas y los votos o decisiones explicarse. Incluso quienes no están obligados ayudarían haciéndolo.

La legitimidad es una senda que debemos transitar cuidadosamente. Todos miran y juzgan, como debe ser, a quienes ejercen la función pública. La legitimidad se puede ir perdiendo poco a poco y en la opinión pública puede irse generando un sentimiento por el cambio, así las mayorías de hoy pueden ser las minorías de mañana. Recuperar la confianza pasa por la credibilidad. Si creo en las autoridades estaré más dispuesto a conversar y participar.

Necesitamos avanzar para liberarnos de la precariedad y el populismo, eso requiere que nos entendamos como sociedad. Nuestro diseño de pesos, contrapesos y balances, indudablemente debe ser mejorado y necesitará consensos mínimos.

Las instituciones son formadas por individuos, exijámosles que sus decisiones sean transparentes, motivadas y con rendición de cuentas, pero no evadamos nuestra responsabilidad como electores, fuimos nosotros quienes los pusimos a cargo. En democracia a quienes elijamos actuarán en nuestro nombre.


Escrito por

Pedro Casusol

Consultas y colaboraciones a pedrocasusol@gmail.com


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