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Consecuencias de un incendio

El 23 de enero de 2020, una fuga de gas licuado del petróleo de un camión cisterna en Villa El Salvador causó una explosión que dejó 34 muertos y 30 heridos. El incidente, provocado por el impacto del camión con un desnivel, generó incendios que afectaron 30 casas y varios vehículos. Roberta, vecina de 61 años, fue testigo presencial de la tragedia

Publicado: 2024-07-03

Escribe: Diana Orellana

Llegó junto a su madre, desde el interior del país. Vino a construir un espacio para levantar paredes que luego llamaría hogar. Llegó tierna como la tierra que pisaba, pues no habían pasado más de seis años desde la fundación de Villa El Salvador para que Roberta y este distrito joven se conocieran. Desde entonces, ambos crecieron juntos y Roberta Gómez fue testigo de los cambios, en sus calles, en sus parques, en sus veredas, de las casas y de sus vecinos. Ahora tiene 61 años, ahora el tiempo, las historias, las anécdotas y las tragedias como aquel incendio de verano del 2020, permanecen en la memoria de Roberta, la vecina.


¿Cómo fue que te enteraste del incendio?
Uy, eso del incendio fue algo muy triste. Por aquí yo estaba saliendo para el mercado y en eso vi a la gente, mis amigas, mis vecinos, correr hacia la esquina. Y yo dije, “¿por qué están corriendo?” digo. “¡Hay fuga, hay fuga, hay gas, gas!", dijeron, y la gente lloraba, muy triste, nerviosos. Y yo les dije, “¿pero por qué están así, o sea, se han corrido así de esa manera?”. Era por la fuga de gas, porque la gente había prendido sus motos, sus carros y se habían encendido las cosas.
¿Y qué fue lo primero que pensaste cuando la gente te decía que hay fuga de gas?
Uy, yo pensé en ese momento: fuga de gas, Dios, a cerrar mi gas, a cerrar mis llaves por seguridad. Y dije, “Wow, tengo que…fuga de gas, uy Dios, ¿y ahora qué hacemos?” Ya pues, salimos de la casa para también estar aislados, para no absorber todo ese gas que se junta debajo de la puerta, se mete hacia la casa. Entonces, tenemos que salir hacia afuera para poder esparcirlo y no aspirarlo.
¿Qué fue lo que sentiste cuando te enteraste de esa situación?
Sentí mucha tristeza por mis vecinos, por mis amigas, mis amigos que han vivido ahí. Digo “vivían” porque ya han fallecido a raíz de ese incendio que fue accidental, muy triste. Pero han quedado afectados, la mayoría de gente han quedado afectadas, destruidas sus casas. Y la gente que salió corriendo, salieron con la ropa que llevaban en ese momento, nada más y han perdido todo. La mayoría de la gente ha perdido todas sus cosas.
Claro. Luego de que te enteraste de la fuga, ¿a quién se lo contaste primero?
Algunos vecinos recién estaban saliendo de sus casas porque fue a las siete de la mañana, hora punta. Y yo le digo, “mira, hay fuga de gas y la gente se está corriendo”. Y algunos dijeron, “bueno, voy a ayudar, voy a ver qué hay para dar la mano”. Y otros dijeron, “no, es peligroso”. Y ya pues, sí, pueden afectarse ellos también emocionalmente, porque algunos son muy débiles emocionalmente. Y entonces estos se fueron. Yo me quedé ahí nomás porque yo estaba un poco miedosa de lo que había sucedido.
Sí, claro. ¿Alguna vez habías visto o experimentado un incidente así antes?
No, no he tenido la oportunidad de experimentarlo de esa manera. Pero sí sé que el gas es bien peligroso. Una chispa, ya sea de luz, ya sea de motor, de carro, de moto, es bien peligroso.
Comentaste que algunos vecinos y vecinas que conocías fueron afectados en el incendio. ¿Podrías contarnos un poco más de ellos?
Sí, mis amigas, mis amigos más, mi amiga que corrió hacia la esquina. Yo le digo, “¿por qué te escapas?” Y me dice, “hay fuga de gas, hay fuga” y lloraba y lloraba. Los nervios le ganaban la pena de pensar en su casa que dejó todas sus cosas con sus hermanos. Su mamá había salido a otro sitio lejos y se había salvado. Pero ella se escapó y no pudo salvar nada de objetos personales, etc. Estaba tan nerviosa que solo atinaba a llorar nada más.
¿Cómo se llama ella?
Violeta Parinango.
¿Hace cuánto tiempo la conocías?
Tiempo, ya hace como 30, 35 años aproximadamente.
¿Te imaginaste la magnitud de todo lo que causó el incendio?
No me imaginaba de esa manera, pero conforme iban pasando las horas, me enteré por las noticias. No fui al sitio donde ocurrió, pero sí vi por las noticias que había sido bien fuerte.(El incendio) Se había expandido hacia abajo, casi llegando al mercado Santa Rosa.
¿Qué más veías en la multitud?
Que ha habido gente que no era para que muera, pero murió porque la gente quedó impresionada por la fuga de gas y el incendio que hubo. La gente quería grabar. Y al momento de grabar le agarró el gas y ahí quedó la gente.
¿Qué fue lo que más te impactó del incendio?
Vi en la noticia que a una niña le estaban grabando que estaba quemándose. Y la estaban grabando, tenía 12 años esa niña, estaba con tercer grado de quemadura per se. Y nadie la auxiliaba en ese momento. Pidió auxilio, se la llevaron y ahí no supe más. A los pocos días me enteré de que había fallecido.
¿Lo que te dolió fue esa indiferencia?
Sí, la indiferencia de que la estaban grabando. Si tienes tiempo para grabarla, también tienes tiempo para darle una mano y llevártela, por lo menos.
Contaste que no te pudiste acercar mucho al lugar del incidente, ¿significa eso que no pudiste ver directamente a ningún herido del incendio?
No, no pude. No pude acercarme porque me dio pena y me daba pena ver a esa gente tan desesperada y perder todo.
¿Cómo viste la situación los días posteriores al incidente?
Me enteré que llegaban carpas de ayuda de todas partes. Incluso hicieron un parque del grupo y vinieron camionetas con ollas comunes, repartiendo comida, fruta, agua. También traían sacos de vegetales para que puedan cocinar en el comedor popular y en el (programa) vaso de leche. Para que se puedan ayudar porque había demasiada gente y muchos niños. Había señoras gestantes, bebés, etc. Y todo eso daba pena prácticamente.
Claro. Por último, ¿Hubo algún mensaje o reflexión que te pudiste sacar de aquella tragedia?
Tener más cuidado, en el caso de las personas que no debieron salir lastimadas. La gente…no era su día, no era su momento, no era su hora para estar ahí. Pero la gente curiosa siempre existe. Y por esa curiosidad, les pasó, perdieron la vida. Ellos no vivían en ese lado. Vivían en otro lado. Pero como escuchó esa fuga de gas, incendio y todas esas cosas, fueron a ver a sus vecinos. Pero en lugar de ayudarles, de darles la mano, sacaron sus celulares y empezaron a grabar. Y al grabar también se expusieron al gas que estaba por lo bajo. Por los pies. Y el fuego camina rápido. Y en ese momento, ya no pudieron salir de ahí. Eso fue impactante.

Escrito por

Pedro Casusol

Consultas y colaboraciones a pedrocasusol@gmail.com


Publicado en

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arte, música, cine y literatura.