¿Acostumbrándonos a vivir en una caquistocracia?
¿Es muy complicado, por ejemplo, repetir el sistema de operación del Banco Central de Reserva en las demás instituciones gubernamentales?
Escribe: Alfredo Coronel Zegarra
Seguramente la palabra "caquistocracia" le sea desconocida. Usada en otros idiomas, aún está en evaluación por la Academia de la Lengua Española. Proviene de la combinación del griego kakistos, que significa "el peor", con cratos, que es "gobierno". Así, será “el gobierno de los peores” o de “los menos capaces”. Incluye, por supuesto, a quienes están respondiendo a intereses bajo la mesa.
Es lo que venimos viviendo hace años. Mediocres e ineptos, con honrosas excepciones, han estado al mando de nuestra nación. Todos los días confirmamos, con tristeza y pesimismo, que “no aciertan una”. Y parece que se multiplican; cuando creemos que es imposible que surja o seleccionen a uno peor, eso es lo que ocurre. ¿Cómo pudieron pasar algún filtro? La improvisación, negligencia y ligereza en la toma de decisiones y en la gestión son palpables. El Estado incumple sus funciones, trasladándoselas a las personas.
Entre las causas de esto, es probable que estén una deficiente educación, la carencia de formación ética y el desprecio por la meritocracia que todos reclamamos, pero cuyas fisuras aprovechamos, con descaro, cuando podemos. En suma, se trata de un entrelazamiento de elementos que constituyen la cultura que tenemos.
Lejos está esto de ser exclusivo del Perú; ocurre en el mundo entero. Ya en 2024, la revista The Economist la nombró la palabra del año. Mas evitemos usarlo como disculpa; recordemos aquel refrán que dice: “mal de muchos, consuelo de tontos”.
Si bien la responsabilidad por buscar mejorar continuamente y encontrar salidas es individual, las alternativas son de largo aliento y, careciendo de una varita mágica, tendremos que emprender, también, diversos retos colectivamente. Empezando por reformar lo existente y copiando lo que sabemos que funciona. ¿Es muy complicado, por ejemplo, repetir el sistema de operación del Banco Central de Reserva en las demás instituciones gubernamentales?
En las familias es donde se gestan los principios de honestidad que luego guiarán la vida de cada uno. ¿Cambiaremos nuestra mentalidad para hacernos responsables de los errores que cometemos, escucharemos al otro, cumpliremos las obligaciones con los demás y con la sociedad?
Las organizaciones educativas de cualquier alcance, públicas y privadas, tendrían que liderar el esfuerzo para prepararnos como ciudadanos cívicos. Los empresarios y ejecutivos podrían dar ejemplo de consecuencia, asumiendo el enfrentamiento frontal a la corrupción. Igualmente, demostrar las bondades de la inversión privada revirtiendo la idea anti negocios existente.
¿Estaremos a la altura para elegir conscientemente a las autoridades que nos representarán y conducirán el país en todos los niveles? ¿O habremos caído en las manos de la indiferencia y habrá dejado de importarnos ser dirigidos por incompetentes?
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Consultas y colaboraciones a pedrocasusol@gmail.com
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arte, música, cine y literatura.