se fue al cine

Marcha de dibujitos

Publicado: hace 4 horas

Escribe: Pedro Casusol

Hace tiempo que no tenía ánimos de escribir sobre coyuntura política. Estaba frustrado, convencido de que ya nada podría cambiar en esta villa olvidada de la mano de dios. No me culpen. Venimos cayendo por este abismo insondable desde hace cerca de diez años. Tampoco es la primera vez que veo a instituciones ser copadas por la mafia de turno, ni al Estado hacer uso y abuso del monopolio de la violencia con tal de acallar a la oposición ciudadana y robar con descaro. Pero todo tiene un límite.

La absurda reforma del sistema de pensiones, así como el ejemplo de protestas juveniles en países tan remotos como Nepal, Indonesia y Filipinas, logró lo que parecía imposible: el despertar ciudadano y una nueva ola de protestas que se inició este fin de semana. Tienen de protagonistas a quienes los medios de comunicación, analistas y opinólogos de toda laya han bautizado como la “Generación Z”, es decir, los centennials. Los jóvenes nacidos entre mediados de la década de 1990 e inicios de 2010.

Muchos de ellos se preparan para votar por primera vez en las elecciones que se acercan no como una sorpresa, sino como una fatalidad. Yo, que los tenía como seres apolíticos, nativos digitales adictos al TikTok y ajenos a la crisis política que vivimos, me suelo referir a ellos como “dibujitos”. Me explico: en el mundo del streaming, se les denomina así a los usuarios anónimos que comentan e interactúan en las transmisiones, agazapados siempre tras imágenes de dibujos infantiles como “Los Backyardigans”. Por eso es que algunos llaman a estas manifestaciones como “las de los dibujitos”.

Blandiendo banderas piratas de “One Piece” —una de las series de anime más populares de la historia— los jóvenes despabilaron y se organizaron para marchar, algunos de ellos por primera vez. El régimen reaccionó con miedo. Prueba de ello es la brutal represión que hemos visto en las redes sociales y en la prensa independiente, así como el bloqueo de las líneas de más de 50 dirigentes que fueron reportadas como robadas, práctica que solo puede calificarse de “montesinista”, como para dejar claro cuál es el futuro que nos espera si el pacto mafioso logra hacerse con las elecciones. ¡Si tan solo aplicaran esas mismas estrategias para combatir la delincuencia!

Durante el debate sobre las AFP en el pleno del Congreso, la fujimorista Martha Moyano levantó la voz para advertir sobre los “dibujitos” que “no son tan delicados, ni tan niños, ni tan inocentes”, según sus palabras. Es cierto que antes eran erráticos, hordas digitales en busca de la broma pesada y del chacoteo. Pero en este caso el llamado pareció más bien una suerte de justificación previa a la represión que sufrieron los jóvenes, con persecución en el Centro Cívico y allanamiento injustificado en los baños. Y pensar que desplegaron 5000 efectivos policiales para eso. ¿Tanto miedo les tienen?

Lo cierto es que los “dibujitos” dejaron por fin sus teclados y se convirtieron por una vez en sujetos políticos. Es como si hubieran entendido, y lo digo con ternura, que quienes cortan el jamón en las altas esferas del poder nos meten la mano al bolsillo todos los días, de todas las formas posibles. Que la desidia de la clase política nos cuesta la vida. Que las horas perdidas en el tráfico son responsabilidad de los partidos. Y que las balas que disparan a los choferes también son culpa de quienes legislan para los sicarios. Al final, parece que los chiquillos a quienes solía menospreciar me están dando una lección. Esperanza. Eso es lo que vuelvo a tener después de tanto tiempo.


Escrito por

Pedro Casusol

Consultas y colaboraciones a pedrocasusol@gmail.com


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bebedor de absenta

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